Holaaaaaaaa.
Aqui estoy de nuevo y esta vez no con una flamenca. Ya me he cansao de volantes y jarana, jeje. Ahora me ha dado por el siglo XVIII, los miriñaques, lacitos y florituras.
Os preguntaréis por qué he titulado la entrada así y es bien sencillo. Los colores y el diseño de la tela me recuerdan a las porcelanas que estaban de moda en esa época.
Esto es lo que me ha salido
(jejjej, acabo de darme cuenta de que el pendiente izquierdo estaba moviéndose cuando hice la foto)
Absolutamente todo está cosido a mano, por eso me lleva más tiempo. Está confeccionado con tela de piqué estampada y he usado también una batista blanca finita para forrar la chaqueta y hacer el miriñaque. No es de alambre ni nada así, Se trata de una especie de almohadilla que se sujeta a la cintura con un elástico.
El sombrero también lo he hecho yo con la misma rafia que hice el cestito de la réplica del modelo primavera que os mostré en otra entrada anterior.
El zapatito es el clásico de botón y le he puesto esta hebilla con encaje de manera que cuando me haga falta para otro vestido, pueda quitárselo sin estropear el zapato.
Aquí tenéis el vestido sin la sobrefalda. Decidí hacerlo así para poder hacer otras combinaciones.
El adorno del pecho es una fornitura de un anillo que se rompió y como no tiro nada...Los pendientes también estaban por ahí esperando una oportunidad.
Pues esto es todo amig@s, espero que os haya gustado y ahora os dejo que tengo pendientes cosas del cole. Bezozzzzzzzzz.