Esta vez he decidido poner las repuestas a los comentarios que ya he recibido en mi anterior entrada en un post nuevo, porque han surgido en ellas puntos sobre los que me gustaría que mi opinión quedase clara y al alcance de quien quiera leerlas y opinar.
Mariajo, lo primero, yo no me quejo de la jornada intensiva. La partida, por experiencia, es mucho peor, porque a la vuelta por la tarde y después de haber comido ni te cuento cómo están las criaturas. De lo que me quejo es de que haya niños, y muchos de tres años, que tengan jornada de 7.30 a 6 de la tarde.
Antes había clases con 40 niños pero lo que decía el maestro iba a misa. Cuando alguno iba mal, se le ponía en el pelotón de los torpes y se le hacía repetir hasta que tenían nietos en su mismo curso. También recuerdo cómo alguna tutora de esas que padecí de pequeña dejaba a una niña apuntado en la pizarra y se iba de compras a la tienda de la esquina (Que conste que no estoy de acuerdo con semejantes barbaridades).Ahora no nos llega el tiempo, aunque no te lo creas. Ni te imaginas la cantidad de papeles, la mayoría chorras e inútiles y que aumentan con cada curso que pasa, que nos hacen rellenar. Luego, queda la cuestión de organizar la clase para que se pueda aprovechar al máximo el tiempo, el material,... dedícate a corregir ejercicios, controles, a prepararte el tema, a organizar la tarea y el tiempo para que los más atrasados que no pueden ir a apoyo, porque rara vez funciona, puedan salir adelante y también tarea para aquellos máquinas que se beben el trabajo y vienen a por más.
No, Mariajo, no. Hay maestros irresponsables, desmotivados, vagos que esos si que tienen tiempo de sobra a costa del trabajo de los demás, pero si te tomas mínimamente en serio tu profesión acabas de trabajo hasta las cejas y más arriba. Si el tema de nuestras vacaciones es por lo que dices que tenemos todo el tiempo del mundo pues mira, si haces recuento tenemos el mismo número de días libres que cualquier funcionario, lo que pasa es que los tenemos todos juntos y no tenemos días de asuntos propios para poder utilizarlos cuando creamos conveniente. Tampoco tenemos el recreo, porque hay que estar vigilando niños (llama a Delegación, por ejemplo, a eso de las diez, verás lo pronto que te van a coger el teléfono, ji Paco. Esos si que desayunan, y unen desayuno, almuerzo y cena). Tampoco podemos elegir el mes en que nos vamos de vacaciones.Cualquier funcionario que falta tres días al trabajo por motivos de salud no tiene que justificarlos con papel del médico, los maestros sí. Bueno, podría seguir pero esto ya se ha hecho muy largo. No me enfado porque me digas lo que piensas, cada uno ve las cosas de una manera y está en su derecho de decirlas, al contrario, sólo de esa forma tu puedes conocer lo que hay y yo ver cosas en las que no he caído en cuenta. Quizás si hubiesen debates sobre este tipo de cuestiones se sacarían más cosas en claro y quizás se mejoraría en algunos aspectos.
Carmen, Inma, Kira, Candela, nada puede sustituir a un maestro y unos padres responsables e implicados en la educación de sus hijos. Un buen maestro con tiza y pizarra, un buen alumno con un cuaderno y un lápiz y unos padres que colaboren con el maestro es lo único que hace falta para que los niños se hagan personas cabales y aprendan todo lo necesario para desenvolverse en la vida.Afortunadamente, hay padres que se implican y con sentido común, pero cada vez son menos.
Kira, en cuanto al tema del acoso, no es que no queramos actuar, es que no podemos. La ley nos ata de pies y manos. Quejaros como padres a la administración y exigid que la cosa cambie. Que los maestros podamos tener la autoridad que se nos ha arrebatado. Que cuando un niño actúa de esa manera se investigue a la familia y se le haga un seguimiento para ver el porqué de esas conductas, no sé.
También soy madre y trabajadora y sé que tal y como están las cosas hay que trabajar fuera de casa si quiere una llegar a fin de mes. Lo que a mí no me cuadra es que un problema que debe resolverse haciendo que los trabajos sean eso, trabajos y no puestos de esclavitud se le cargue a la escuela. La sociedad debe hacer que la vida laboral permita estar a los trabajadores con sus familias y sus hijos. Eso sí que yo lo considero una adecuada conciliación de vida laboral y familiar. Que los padres puedan tener trabajos que les permita estar con sus hijos y que no los obligue a dejarlos en un sitio y en otro. Los niños necesitan de sus padres. Es una necesidad básica para un crío.
La escuela adolece de muchos problemas y en esos problemas, en mayor o menor medida, todos tenemos (y digo todos, porque dentro de mi colectivo también hay maestros que vaya tela, aunque son minoría, no digo que no) parte de culpa y también parte de la solución.
Buenooooooo, que como me toquen el punto sensible no hay quien me pareeeeeeeeeeee. Espero no haber ofendido a nadie con mis palabras. Solo pretendo exponer mi punto de vista sobre estos temas.