Aquí os presento a las otras dos Berenguer que tengo. Éstas están sin bautizar, jeje.
La pequeñina es también un regalo de reyes de mi marido, del año antes del muñeco grandote. También le dije la que quería señalándosela en el escaparate y menos mal que cuando la compró me la enseñó, porque era otra y no la que le pedí. Tiene el tamaño algo mayor que el de la palma de la mano y me encanta porque parece un bebé de verdad.
La otra tiene más años y fue un regalo de mi marido esta vez por mi cumpleaños. También la tuvo que devolver porque me trajo otra más fea que picio y no la que le señalé.
Nada, que la próxima tendré que entrar con él y marcarla con un sello en la frente,jajajaj.
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