UN NUEVO LOOK PARA UNA SILLA, TABLÓN DE NOTAS RECICLADO Y UN ABANICO HORTERA.

A la izquierda es como la silla de la derecha estaba en origen, aunque más vieja y con algún roto que otro. La desarmé, pinté el armazón con spray plateado (de paso también me plateé yo, que no vea el levante que hacía en la azotea y de vez en cuando me caía el flush a mí y acabé como una figurita del chino, basta y metalizada, jeje). Tapicé lo tapizable y aquí está el resultado, a juego con el dormitorio de mi hijo.

Se me rompió el cristal de un marco y tiré sólo el cristal. Mi hijo tenía una pizarrita metálica donde jugaba con figuritas imantadas. Se rompió el marco de la pizarrilla y la chapa sola podía cortarlo, así que la guardé. Ahora con las limpiezas veraniegas aparecieron las dos cosillas y las uní. El resultado me sirve para poner notas en la habitación donde tengo el ordenador que no tenía corchito. Si os fijais en él he puesto las libélulas que expliqué en un tutorial no hace mucho y una mariposa hecha con la misma técnica. El niño de la fotillo es el petardo de mi hijo.

¡¡¡Tramperoooooo, Mariajoooooo!!! Anda, aquí tenéis el abanico hortera. Que conste que avisé ¿einnnn? . Fue el primero que pinté y no me gusta. Me salió muy horterichi, sobre todo el mariposón del centro.